Victimismo y resiliencia

Frases, historias y vídeos inspiradores

“y cuando veo que ya no puedo seguir soportándolo, aguanto aún un momento más y entonces sé que puedo soportar cualquier cosa"

1. Un Antagonista al que me enfrento: el VICTIMISMO.

Hay quienes se perciben a sí mismos como víctimas de todo tipo de miserias, contemplando el mundo como un ambiente terriblemente hostil y negativo, y viendo el mal en la globalidad de acciones de aquellos que alguna vez les han ofendido.

Hemos de asumir de entrada la distinción entre “víctima real” y “rol de víctima”, siendo característico de la primera, el no haber elegido serlo. No obstante, la víctima real puede igualmente elegir el rol de víctima, transformando lo que irremediablemente le ha sucedido en una forma de identidad propia dentro de la vida social. Pues lo que está en juego en el victimismo como mentalidad no es tanto la objetividad de unos hechos indeseables e irreversibles que fuerzan fatalmente a alguien a ser una víctima, sino más bien la voluntad subjetiva de serlo, de organizar la propia vida en torno a este. rol social, de construirse como sujeto bajo la insignia de la víctima (Hernández, 2018).

El victimismo consiste en un vínculo interpersonal que busca incesantemente el reconocimiento externo de la propia victimización. Otro componente es la falta de empatía por el sufrimiento de los demás, explicada por la creencia de la inferioridad del sufrimiento ajeno. Lo anterior explica que estas personas se sientan con el derecho de comportarse de forma agresiva y egoísta, puesto que su sufrimiento es demasiado alto como para responsabilizarse de sus actos (Kaufman, 2020).

2. Un ideal que persigo: la RESILIENCIA.

El psiquiatra austríaco Víctor Frankl (1905-1997) relató en su libro “El hombre en busca de sentido” su experiencia tras sufrir el internamiento en los campos de concentración alemanes, entre 1942 y 1945. Sobrevivió gracias a su fe ya su humanidad. Cuando fue liberado, comprobó que ni su esposa Tilly ni sus padres habían logrado sobrevivir a los campos de exterminio.

Analizando sus propias reacciones ante la adversidad y las privaciones, fijándose en las conductas de los internos y de sus guardianes, llega a conclusiones llenas de luz, de las que se han beneficiado miles de personas desde la publicación de este libro. Ante el sufrimiento inevitable, toda persona será capaz de aceptar el reto de sufrir con valentía siempre que haya sabido encontrar un sentido a ese dolor. Por eso, “el interés principal del hombre no es encontrar el placer, o evitar el dolor, sino encontrarle un sentido a la vida”.   Un sentido, como puede ser el amor, o el sacrificio por el ser amado, que le permite afrontar con dignidad todo sufrimiento, y así conservar hasta el fin -literalmente hablando- el sentido de su vida.

Todos y cada uno debemos mantener la esperanza de que nuestra vida jamás perderá su dignidad y su sentido. “ No importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros. Es la vida quien nos pregunta a nosotros, y no nosotros a la vida .”

Estas enseñanzas las he aplicado a mi propia vida, de modo que cuando encontré un motivo para vivirme di cuenta de que la vida estaba llena de sentido . Y el motivo para vivir fue hace de mi existencia un ejemplo para inspirar a otras personas. Mi vida vale más la pena en la medida en que motivo a los demás y les inspiro a vivir sus vidas con más ánimo y resiliencia en el futuro. Esa es mi esencia como ser humano.

He aprendido que es más importante mi conciencia que mi reputación, porque mi conciencia es quien soy realmente y mi reputación, lo que los demás piensan que soy y sobre lo que otros creen que soy, no tengo control. Preocuparme por lo que los demás piensen de mí es otorgarles un poder que no estoy dispuesta a cederles, porque ese poder reside en mí.

MI EXPERIENCIA EN EL DEPORTE

Mi afición al deporte, concretamente a las carreras de montaña, me ha enseñado mucho sobre resiliencia. La primera cosa que el deporte te enseña es que tienes que levantarte cada vez que te caes , sea física que psicológicamente: aprender de los fallos y de las derrotas, recuperarte de las lesiones, superar las críticas injustas, etc. del pan nuestro de cada día para un deportista. Un continuo subir y bajar, caerte y levantarte inmediatamente, la mayor parte de las veces sin tiempo para digerir los acontecimientos. En definitiva, un continuo y permanente acto de resiliencia. Con lo cual, la resiliencia es sin duda uno de los grandes valores que el deporte puede aportar a la sociedad como herramienta para adaptarse, atravesar y superar momentos de crisis, ayudándote a salir de ellos, reforzándote al mismo tiempo a nivel mental y emocional.

Marcelo Vázquez Ávila, Profesor del Instituto de Empresa de Madrid, Consultor en Temas de Alta Dirección, Autor, Coach y responsable del departamento del deporte del IER (Instituto Español de Resiliencia), escribe en su blog que “ los deseos de coronarse como campeón, Ganar una Copa o una medalla, supone andar un camino lleno de esfuerzos y dificultades donde no sólo hay que poseer cualidades físicas, técnicas y tácticas sino que además requiere de una recia personalidad capaz de resistir el estrés que resulta de la percepción de la amenaza de no alcanzar lo deseado, del conflicto y el fracaso que tienen lugar en las condiciones de la competencia. Por tanto, la presencia de la adversidad en muchas de las actividades que realiza el deportista debe ser reconocida y tenerse en cuenta en la preparación mental de los mismos ”. Desde hace unos años expertos del comportamiento humano, dedicados al estudio de la respuesta al estrés han captado que determinadas personas son capaces de hacer frente a la adversidad, sobrepasarla y igualmente transformarse positivamente en medio de ella (Resiliencia), mientras que otros se tornan cada vez más vulnerables.

3 . ENCONTRAR LA FUENTE DEL VALOR DE LA PROPIA VIDA

El término japonés ikigai nos atribuye a todos una razón de ser en el mundo. Lo entendemos como  aquel elemento que nos motiva y que representa aquello por lo que vale la pena vivir . El ikigai no es la felicidad en esencia, pero encontrarnos ayudará a ser más felices.

En el video que figura a continuación hago una breve exposición (en idioma inglés) sobre este interesante concepto. Si dispones de 5 minutos, creo que los considerarás bien aprovechados.

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Javier Benavente
Javier BenaventeFilántropo social, premio YPO Global Impact 2021 Europa
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Me ha encantado conocerte. Ese ha sido uno de los grandes regalos que me ha dejado el 2023. Estoy impaciente por escuchar alguna de tus conferencia y ansioso de leer tu libro en cuanto lo publiques. Fuerte abrazo. Personas como tú hacen que la vida sea mejor. Gracias.
Dr. Julio Marcotegui Caminero
Dr. Julio Marcotegui CamineroMédico especialista en Anestesiología y reanimación
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Muy sabias palabras. Y un buen momento, por desgracia, para recordarlas.
Ramón Luis Gil Barriguete
Ramón Luis Gil BarrigueteExperto estructruras organizativas y procedimentales
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En estos tiempos de censura del pensamiento libre estas reflexiones son auténticas lecciones para quien desee ser como desee. Hay que apuntalar los valores personales y visibilizarlos para que nadie equivoque cómo somos.
Vicente Enguita
Vicente EnguitaDirector financiero y formador
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Yo creo que es probablemente el mejor post que he leído desde que estoy en esta red.
Cipri Quintas
Cipri QuintasEmpresario, escritor y conferenciante
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Gracias por tu ejemplo y tu trabajo. Gracias de corazón. Te admiro mucho.
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